Escher, el ilusionista óptico, visitó la Alhambra en dos ocasiones, y estudió las formas geométricas repartidas por toda la decoración árabe. Se dice que el autor cambió su temática de paisajes tras su última visita al complejo monumental, para centrarse en los dibujos matemáticos.
Las formas repetitivas y la ocupación del espacio que encontró en los azulejos árabes, fueron el comienzo de su obra. Si nos fijamos en la decoración de la Alhambra, podemos observar que una forma geométrica se va repitiendo y multiplicando hasta llenar el espacio de bellas figuras.
Podríamos encontrar matemáticas en las paredes, en los arcos e incluso en los jardines del Generalife. Esto se debe a que la representación de personas y animales está prohibida en el islam.Así que la decoración de la Alhambra parte del cuadrado y del triángulo.
La Alhambra es un recurso muy amplio para nuestros futuros alumnos: el arte, la historia, la luz, el agua, los colores, las formas... Podemos utilizar todos estos recursos para dejarlos sorprendidos y prendados del monumento, como lo hizo Escher. Podríamos recortar figuras sencillas y girarlas sobre un eje, hacer repeticiones y dejar que los niños experimenten con la geometría, y mil actividades más basadas en el conocimiento matemático.
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